Sunday, January 10, 2010

Vivencias para disfrutar y recordar

Prof. Angulo-Cano




Al llegar a la ciudad de Córdoba, Argentina, hemos sentido el calorcito veraniego, dejando atrás uno de los inviernos más fríos de St. Petersburg. Es así que hemos pasado del invierno al verano en menos de 24 horas.



En verano, los cordobeses suelen escaparse los fines de semana a las Altas Cumbres. Buscando experiencias de montaña, nosotros hemos hecho lo mismo. Ha sido un día sin pausa. Muy temprano ascendimos 2,100 metros por el cordón montañoso de las Altas Cumbres maravillándonos ante las impresionantes vistas del Parque Nacional Quebrada del Condorito. A medida que subíamos notábamos el cambio de clima, flora y fauna.




Después de sobrevivir el sinuoso camino, llegamos a nuestra primera parada, Cascada Escondida. No la veíamos pero oíamos el estrepitoso caer del agua. Para llegar debíamos emprender una caminata que resultó ser dificultosa por la altura y la rocosidad del suelo. La cascada se encuentra dentro de una caverna, una formación precámbrica de unos 600 millones de años. Lograr acceso a la cueva resultó toda una odisea resbaladiza. Uno a uno, paso a paso, siguiendo las instrucciones de nuestro guía, Beto, logramos penetrar por la pequeñísima entrada. La impresionante belleza de la Cascada Escondida nos maravilló a todos. Disfrutamos cada momento de su agua cristalina y refrescante. Cerca de la cascada pudimos nadar en pozones de aguas más templadas.



De regreso en el trafic (mini-bus para los cordobeses) emprendimos descenso, haciendo breves paradas en puntos panorámicos, hasta llegar al parador donde degustamos una merienda en un entorno de ensueño.



Un poco más descansados continuamos la excursión hasta Paso Tiroles…ahí vivimos pura adrenalina. Con arnés y casco de seguridad tuvimos la sensación de volar sobre el Río la Suela…vivencias para disfrutar y recordar.

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